miércoles, 20 de mayo de 2015

La felicidad y la utilidad del acertijo

El enigma planteado por Felten, nuevo director adjunto de Tecnología de la Casa Blanca, ha puesto a pensar a las redes sociales

E l pasado 11 de mayo el profesor de Ciencias de la Computación de la Universidad de Princeton Edward Felten fue nombrado director adjunto de Tecnología de la Casa Blanca. Seis días después escribió su primer post en el blog de la agencia explicando cómo “las ciencias de la computación pueden ayudar a estudiar temas complejos, como la cooperación”. Y puso un problema de lógica como ejemplo. En el acertijo, Alice y Bob son compañeros de equipo que se embarcan en un juego y pueden acordar una estrategia antes de que este comience. Primero son encerrados en habitaciones separadas para que no puedan comunicarse. Lanzan una moneda y anotan si sale cara o cruz. Después, aún separados, Alice intenta averiguar qué ha salido en la moneda de Bob y viceversa. Ganarán si al menos de una de las conjeturas es correcta. Y la pregunta es: ¿Existe alguna estrategia que les permitan ganar siempre?
Felten prometió dar la respuesta en su blog en un post posterior. Al menos hasta ayer por la tarde no lo había hecho, pero miles de internautas habían encontrado ya una solución para el dilema, y debatían animadamente en las redes sociales sobre las respuestas aportadas por unos y otros. En un mundo dominado por la prisa y por la sucesión y superposición de tareas supuestamente cruciales y urgentes, es probable sin embargo que la mayoría de ellos no tuviera la sensación de haber perdido el tiempo resolviendo el enigma. Porque quienes tienen la suerte de ser aficionados a estos juegos saben la diversión que supone intentar descifrarlos. Y la enorme felicidad, directamente proporcional al tiempo empleado en tratar de desmadejar el ovillo, que produce dar con la tecla de la solución y sentir el ¡Eureka! de haber acertado.
Se suelen relacionar los acertijos de lógica con las matemáticas. Pero los buenos suelen contener además estupendas historias casi literarias que incluyen personajes inverosímiles y profundamente interesantes: caballeros que solo pueden decir las verdad, escuderos que solo saben mentir, habitantes de islas que tienen los ojos de un color pero no lo saben, monjes que recorren todos los días el mismo camino, señores que llevan sombreros de colores y sacan calcetines de una caja, o, en el caso más extremo, condenados a muerte a los que una sola pregunta puede salvar la vida o llevar al patíbulo.
Son divertidos, producen felicidad y cuentan buenas historias. Pero además, resultan extraordinariamente útiles. Se insiste mucho en estos tiempos, y con razón, en la importancia del deporte para la salud y el cuerpo. Pero se habla mucho menos de esa otra gimnasia, la mental, tan necesaria para oxigenar “las pequeñas células grises”, como decía Hercules Poirot, y para enfrentarse a los dilemas de la vida diaria. Si uno es capaz de resolver cómo cruzar sin mayor conflicto un río con un lobo, una oveja y una coliflor que amenazan con comerse los unos a los otros, estará más capacitado para decidir qué hipoteca le conviene más suscribir o incluso a que político votar para no sentirse defraudado los siguientes cuatro años.
Fuente: El País

sábado, 16 de mayo de 2015

¿Quién manda en Internet? El dominio de Facebook

En el nuevo orden mundial virtual la empresa fundada por Mark Zuckerberg no tiene rival

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Facebook
Servidor de datos de Facebook. / JONATHAN NACKSTRAND (AFP)
El poder en Internet está sumido en un proceso de profunda redefinición. Cada vez más, la influencia y el dominio en la Red surgen de una mezcla de fuerzas a la que muchas empresas aspiran, pero pocas logran conquistar. En las redes sociales, el aumento de la relación entre usuarios, consumidores, anunciantes y creadores de contenido tiene el potencial para causar unos efectos enormemente importantes. La recompensa final es la creación de un ecosistema integrado para el comercio, el contenido y la comunicación en Internet. Una plataforma progresivamente más grande, más poblada, con más datos e inalcanzable para el resto de competidores.
Y entre los gigantes de Internet,Facebook ha consolidado su posición como plataforma dominante en el campo de las redes sociales, una potencia hegemónica sin rivales reales. El giro rápido y agresivo de la empresa hacia el mundo de la telefonía móvil y su campaña estratégica para incorporar contenidos de vídeo en toda su red han sido innovaciones revolucionarias que han aumentado la ventaja comparativa de Facebook con respecto a sus rivales y propiciado un crecimiento espectacular, con 1.440 millones de usuarios mundiales. La visión del futuro que persigue con tesónMark Zuckerberg, cofundador, consejero delegado y presidente, puede determinar el futuro de Internet.
Según los últimos resultados, los ingresos de la compañía crecieron un 42% y el valor de las acciones se ha incrementado un 33%. En comparación, el valor de Google en bolsa prácticamente no se ha movido. En el último año, la plantilla de Facebook ha engordado un 48%, hasta alcanzar los 10.000 trabajadores, y el gasto en investigación y desarrollo se ha duplicado, hasta superar los 1.000 millones de dólares (890 millones de euros).
La empresa sigue invirtiendo agresivamente en movilidad: los aparatos portátiles e inalámbricos, cuyo número supera actualmente los 7.000 millones, una cifra que corresponde aproximadamente a la población mundial. Facebook adquirió Instagram, servicio para compartir fotos enormemente popular entre la juventud. Y la compra por 16.000 millones de dólares de WhatsApp, empresa de mensajes para móvil, permitirá aumentar su implantación en países como México, Alemania, India y Brasil. También han invertido en realidad virtual y en mejorar su servicio de vídeos, así como en la construcción de costosos centros de datos.
Zuckerberg, cuyo patrimonio neto se calcula en más de 36.000 millones de dólares, la decimocuarta fortuna del mundo y es el más rico de todos los fundadores de los gigantes de Internet, incluidos Jeff Bezos, de Amazon, y Larry Page y Sergey Brin, de Google. Pero se diría que el dinero motiva menos a Zuckerberg que su visión de futuro. Y, como accionista mayoritario y jefe de Facebook que es, tiene libertad para dedicarse a su pasión.
El pasado verano, sostenía en las páginas de The Wall Street Journalque un mayor acceso mundial a Internet permitiría incrementar las oportunidades económicas y reducir la pobreza mundial. “En la próximas décadas, asistiremos a la mayor revolución hasta la fecha, ya que miles de millones de personas se conectarán por primera vez”. Actualmente, Internet cuenta con más de 3.000 millones de usuarios en todo el mundo, y cada día se unen a ellos otros 500.000. Para lograr sus aspiraciones, Zuckerberg ha creado un consorcio de empresas tecnológicas con, entre otras, Ericsson, Qualcomm, Nokia y Samsung.
Los escépticos creen que tras el deseo de reducir la brecha digital hay afanes puramente económicos
La empresa intenta innovar para aumentar el acceso a Internet con, por ejemplo, el uso de drones ultraligeros propulsados por energía solar que volarían continuamente a unos 18.000 metros para conectar inalámbricamente a los usuarios a la Red. El pasado septiembre, Zuckerberg afirmó en la revista Wired que Facebook había invertido más de 1.000 millones de dólares (890 millones de euros) en aumentar la conectividad en países en desarrollo.
Algunos escépticos sostienen que los esfuerzos de Facebook por incrementar la conectividad a Internet y reducir la llamada brecha digital están motivados en el fondo por el interés propio y la ambición de crear una plataforma publicitaria y de redes sociales de varios miles de millones de personas. Zuckerberg considera esos argumentos demasiado cínicos. Internet, en su opinión, es una tecnología capaz de producir los cambios socioeconómicos más positivos de la historia.
El pasado verano, Facebook encargó un estudio a Deloitte para calcular los beneficios de un aumento de la conectividad en economías emergentes. Solo en India un mayor acceso a Internet, que acercase al país al 75% de penetración que disfrutan las regiones más desarrolladas del planeta, tendría unos efectos espectaculares que reducirían la tasa de mortalidad infantil en 85.000 fallecimientos al año, disminuirían los casos de extrema pobreza en un 28% y crearían 65 millones de puestos de trabajo.
Facebook no es el único gigante de que trata de ampliar los tentáculos de la Red. Google persigue un objetivo parecido y pretende usar tecnologías futuristas como Project Loon, que contempla crear una red mundial de globos de helio a gran altitud en órbita geosincrónica que transmita una señal para tener acceso wifi en lugares remotos. Con todo, la pasión de Zuckerberg por difundir las ventajas sociales de Internet parece única.
“Para nosotros se trata de ofrecer posibilidades a la gente”, declaraba a Bloomberg News en febrero. Y explicaba que, a solo unas semanas del lanzamiento de su programa de acceso gratuito a Internet en Zambia, llegó un aluvión de informes sobre su impacto positivo, que Zuckerberg enumeraba así: “Una mujer embarazada que usa Internet por primera vez para buscar información sobre seguridad y salud para su hijo; un avicultor que usa Facebook y que crea una página para vender más pollos; un estudiante universitario que usa Internet y Wikipedia para buscar información y ahorrar dinero en la compra de los libros. Es una locura”.
A principios de 2015, Facebook creó un club de lectura para sus usuarios. Su primera selección fue El fin del poder (Debate), de Moisés Naím, brillante estudio sobre el modo en que el poder en el siglo XXI está cambiando, lo que provoca trastornos, genera innovaciones y crea nuevas jerarquías de influencia en un mundo globalizado y conectado al instante. Es una dinámica que Zuckerberg parece entender intuitivamente y una historia que la dominante Facebook ejemplifica para que todo el mundo pueda ver y aprender de ella. En el ámbito de Internet, el poder de las redes sociales se ha trasladado a una plataforma, y esa plataforma es Facebook.
Traducción de News Clips.
Fuente: El País

jueves, 14 de mayo de 2015

Google lanza el ‘Proyecto Fi’, su servicio de telefonía móvil

Google, el gigante de servicios en internet, lanzó hoy un servicio de telefonía celular con el que pretende “explorar nuevas formas de conectarse y comunicarse” para incrementar la comodidad y accesibilidad del usuario.
Proyecto-Fi
El nuevo servicio, denominado “Proyecto Fi” permitirá a los usuarios pagar solo por la cantidad de datos que realmente utilice cada mes, lo que se prevé promoverá aún más la guerra de precios entre las telefónicas, amenazando con acabar el lucrativo modelo de planes.
“Proyecto Fi nos permitirá trabajar en estrecha colaboración con las compañías líderes de hardware, software y conectividad, para empujar los límites de lo que es posible”, indicó Google este miércoles en un comunicado.
El servicio utilizará las redes de las telefónicas Sprint Corp. y T-Mobile y funcionará en un inicio solo con los modelos más recientes del teléfono Nexus 6 producido por Google y Motorola.
El software en el teléfono permitirá seleccionar en forma automática la señal más fuerte que reciba de cualquiera de estas dos compañías en el lugar en que se encuentre.
El servicio utilizará también las redes inalámbricas Wi-Fi para llamadas y acceso a datos cuando el usuario se encuentre en su casa o en algún otro lugar que tenga este tipo de conexión, de forma que pueda reducir aún más los costos por el uso del teléfono.
“Proyecto Fi se conectará automáticamente a más de un millón de puntos de acceso abiertos y libres, Wi-Fi que hemos verificado como rápidos y fiables”, indicó Google.
El usuario podrá también pasar de manera automática de una red Wi-Fi a las redes 3G o 4G de las compañías telefónicas sin interrupciones.
El servicio, que comenzó a ofrecerse este miércoles en Estados Unidos solo bajo invitación, tendrá un costo básico de 20 dólares por mes para llamadas, mensajes de texto y conexión Wi-Fi, además de cobertura internacional en más de 120 países.
En caso de necesitar acceso a internet a través de la red de telefonía celular, el servicio tendrá un costo adicional de 10 dólares por Gigabyte, en Estados Unidos y el extranjero.
Google promete devolver el pago o costo de los datos no utilizados, de forma que si alguien pago 40 dólares por servicio básico y dos Gigabytes de uso de datos en telefonía celular, pero solo utilizó 0.5 Gigabytes, la compañía le regresará 15 dólares o le dará crédito para uso de datos en el siguiente mes.
Fuente: La Flecha

Utilizar Google en los exámenes, ¿futuro o patinazo?

Una corriente de educadores apuesta por permitir el acceso a la Red durante las pruebas. "Una idea bastante tonta", señalan los más tradicionalistas

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Google
La bomba la soltó el británico Mark Dawe hace unos días: los estudiantes deberían poder utilizar internet durante los exámenes. Dawe es un experto en la materia como director de Oxford, Cambridge and RSA Examinations, un cuerpo que se encarga de realizar exámenes GSCE y A-Level, lo que podría ser el equivalente al graduado escolar y bachillerato en España. “Creo que es la hora de plantear que los alumnos puedan acceder a Internet en los exámenes, aunque con un tiempo limitado”, señaló Dawe en el programa de televisión Today de la BBC. "Se trata de una cuestión de comprensión, y no de acumulación de datos en la memoria. El mundo ha cambiado y la educación tiene que cambiar. Consiste en entender las herramientas y saber cómo usarlas", señaló. A continuación, matizó que era consciente de que la implantación de esta medida no ocurriría en los próximes meses, pero que “sería inevitable a largo plazo”. Enseguida se abrió un acalorado debate. El conservador Campaign for Real Education fue el más contundente: “Nos parece una idea bastante tonta”.
La cuestión ya está sobre la mesa. Padres, educadores y estamentos políticos deberán afrontar el tema y decidir: ¿nos aferramos a la tradición o vamos acompasados con las nuevas tecnologías? “Si hablamos en un sentido tradicional y nos fijamos en la típica prueba en la que se le pide al alumno que recuerde información, lógicamente el acceso a internet o usar libros de consulta durante los exámenes no es muy adecuado”, explica Manuel Area, catedrático experto en tecnología de la educación en la universidad de La Laguna (Tenerife). Pero añade: “Aunque soy partidario de que este tipo de exámenes de memorización no tienen mucho sentido en la sociedad actual”. En su opinión, debería hablarse más de evaluación que de exámenes, de un sistema en el que se permita al alumno el acceso a todos los recursos que tiene a su disposición, tanto digitales como impresos, con el objetivo de elaborar soluciones a determinados problemas o situaciones.
Para qué atesorar conocimientos en el cerebro cuando estos se encuentran en Google. Qué sentido tienen las tablas de multiplicar si resulta que tenemos calculadoras. ¿Escribir a mano? Mejor que aprendan a escribir bien con el ordenador"
Sugata Mitra, profesor de educación tecnológica de la Universidad de Newcastle
Para ello también las clases deberían cambiar. Asegura que el sistema de lección magistral expositiva ha dejado de tener sentido y que él, en la universidad, ya no lo usa. Su modelo es plantear problemas que sus estudiantes, futuros maestros, podrían encontrarse en el desarrollo de su actividad profesional. Como encontrarse un grupo de alumnos con determinadas características y tener que armar un material didáctico para ellos. En el caso de la educación general, pone como ejemplo lo siguiente: “Se puede plantear que realicen una relación de cuatro hechos e intenten explicar por qué se producen. Para llegar a una conclusión los estudiantes pueden compartir información, analizarla y explicarla, para finalmente crearse su propia opinión”. Y eso, asegura, “no se encuentra en Internet”.
En un debate titulado ¿Está la enseñanza obsoleta?, el profesor de educación tecnológica de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), Sugata Mitra, reflexionó sobre esta relación entre educación y tecnología. En su India natal, en tiempos pretéritos, para entrar en una universidad se debían recitar las respuestas correctas al portero. Si el alumno lograba pasar la prueba, accedía al templo del saber. Siglos después llegó un gran avance. El boli y el papel, que hizo que el sistema de enseñanza se fijara menos en recitar y más en cómo contestar preguntas. En su opinión, estamos ante un nuevo cambio: internet y las tabletas deberán transformar el sistema de enseñanza, empezando por los exámenes.
“No tiene sentido”, argumenta Mitra, “memorizar cuando tenemos un ecosistema web que lo recuerda todo por nosotros. Para qué atesorar conocimientos en el cerebro cuando estos se encuentran en Google. Qué sentido tienen las tablas de multiplicar si resulta que tenemos calculadoras. ¿Escribir a mano? Mejor que aprendan a escribir bien con el ordenador. ¿Gramática? Para algo existen los correctores. Lo único que la máquina no puede hacer por ti es diferenciar entre la información correcta e incorrecta. Por ahí, asegura, deberían ir los tiros”. Su razonamiento es, desde luego, osado.
En España ya se han realizado experimentos. En Cataluña, en un programa del grupo de investigación DIM de la Autónoma de Barcelona, se propuso un experimento en dos años. Llevado a cabo por unos 5.000 alumnos y 150 profesores en 30 centros de España, Perú, México y Argentina, consistía en una primera fase en la que planteaban a los docentes adaptar la evaluación, permitiendo la consulta de Internet y fuentes escritas durante los exámenes. Según informó La Vanguardia, “el 70% de los profesores consideró que el resultado para los alumnos había sido positivo”.
Durante los exámenes no tendría sentido [permitir utlizar internet], ya que no habría forma de comprobar hasta qué punto se reflejan en la prueba los conocimientos de los alumnos"
María Fernández, catedrática en Lengua Española
La segunda parte, a la que llamaron currículo bimodal, se dividía en dos aspectos. Uno memorístico, con los profesores explicando una lista de palabras, conceptos y sucesos que los chavales debían aprender y que se evaluaba con exámenes tradicionales. Pero esto solo valía un tercio de la nota. El resto era un sistema de evaluación práctica con resolución de problemas, realización de ejercicios de aplicación, análisis, síntesis, comentarios… dando la opción de usar apoyos documentales como apuntes, libros o Internet. Según los resultados publicados por su creador, Pere Marquès, los alumnos “aprenden más, y en el 90% de los centros piloto han mejorado las calificaciones de los estudiantes que habitualmente obtienen notas entre 4 y 7”.
Para María Fernández, catedrática de instituto en Lengua Española con 30 años de experiencia docente con adolescentes, dejar usar Internet en las pruebas de conocimientos no es una buena idea. Fernández es partidaria de que durante la clase se puedan realizar consultas tanto con móviles como con tabletas. “Pero durante los exámenes no tendría sentido, ya que no habría forma de comprobar hasta qué punto se reflejan en la prueba los conocimientos de los alumnos. En las aulas virtuales, las plataformas web que usan los institutos desde hace unos pocos años para organizar los recursos de las clases, hay pruebas tipo test que se realizan por internet y por lo tanto con acceso a la red, pero el tiempo está tan tasado que resulta imposible una consulta excesiva”, señala.
Frente al razonamiento de Mitra, ella sigue haciendo dictados y poniendo énfasis en la gramática. Cree que uno de los fallos del actual sistema es la falta de importancia que se da a la memorización. Cuando se le argumenta que todos los conocimientos se encuentran en la Red, responde que la cultura debe ser propia de la persona y estar en la cabeza, no desperdigada por internet.
“La memoria es una capacidad cognitiva que la persona debe seguir movilizando ya que sirve para localizar la información y saber organizarla”, explica Julio Cabero, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la universidad de Sevilla. “Pero intentar asemejar en la sociedad del conocimiento lo que un alumno sabe o no sabe debido a lo que puede recordar de una información específica es un error”, remacha.
En su opinión, se debería trabajar con metodologías completamente diferentes, donde el alumno tendría que resolver muchas actividades específicas y para ello aplicar los conocimientos que el profesor le ha ido presentando en el aula. Propone un modelo de enseñanza más creativo. “En una sociedad del conocimiento donde este se transforma y cambia constantemente, donde lo que hoy esta establecido mañana probablemente no lo esté, seguir con ese modelo de escuela tradicional es completamente contradictorio”, apunta Cabero. Lo resume citando al filósofo Zygmunt Bauman y su libroTiempos líquidos, donde se reflexiona sobre las incertidumbres de la actual era: “Este nuevo marco implica la fragmentación de las vidas, exige a los individuos que sean flexibles, que estén dispuestos a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades”.
El debate continúa. Mientras, los estudiantes acuden a los exámenes provistos de un arsenal tecnológico (móviles, tabletas, portátiles) que, de momento, no les permiten utilizar.
Fuente: El País

martes, 12 de mayo de 2015

Descubre si te están robando el WiFi en dos pasos y cómo evitarlo

Para disfrutar de nuestra red hay que tenerla bajo control y reforzar su seguridad

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Conexiones más lentas, páginas que no cargan, la señal de la radioonline que se interrumpe justo cuando nuestro equipo va a marcar el gol de la victoria. Puede que sea un problema técnico, pero también puede que alguien nos esté robando el WiFi. Un 12,5% de los usuarios deja su red desprotegida y/o desconoce su estado, y casi un 26% ignora con qué sistema está asegurada, según el último Estudio sobre la Ciberseguridad y Confianza de los hogares españoles, realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE),

¿Wi-fi público? Protégete

OSI / INCIBE
Los expertos de seguridad informática advierten que las redes Wi-fi disponibles en espacios públicos son un blanco fácil para los ciberdelincuentes, ya que muchas veces tienen una seguridad muy débil. Para defendernos, debemos eliminar el historial de las redes a las que nos conectamos. “Hay que tener el menor número posible de redes almacenadas, porque los atacantes las conocen y podrían suplantarlas. Se suelen poder borrar desde la pantalla de configuración”, explica Raul Siles, analista en Dinosec.
La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) sugiere también que evitemos comprar online e intercambiar datos sensibles a través de conexiones abiertas. Además, nos invita a comprobar que la señal a la que nos vayamos a conectar sea la oficial del lugar en el que estemos, a mantener nuestros dispositivos actualizados e intentar conectarnos a páginas provistas de certificado de seguridad (https://).
Víctor Domingo, presidente de laAsociación de Internautas, advierte que la cuestión va más allá de la molestia causada por tener una conexión más lenta. “El problema surge cuando los hackers convierten tu ordenador en un PC zombi: toman el control de tu dispositivo para hacer phishing, generar spam o cometer cualquier otro tipo de delito con nuestra dirección IP”, asegura.
El robo del WiFi representa una falta administrativa penada con una sanción pecuniaria solo cuando supera los 400 euros de facturación, explica Jorge Oria del despacho Abril Abogados. Sin embargo, si la conexión se usa cómo vehículo para cometer crímenes —sustraer números de tarjetas de crédito, suplantar la identidad o descargar pornografía infantil, por ejemplo, el Código Penal prevé penas de reclusión de entre seis meses y tres años. Lo peor, explica Oria, es que se trata de circunstancias difíciles de detectar: “Generalmente lo descubrimos solo cuando nos vienen a detener”.
Por todas estas razones es recomendable tener bajo controlnuestra conexión, así como reforzar su seguridad para evitar sorpresas.

1. Cómo descubrir al intruso

Una conexión más lenta es solo una de las señales que nos deben de hacer saltar las alarmas. Marcos Gómez, subdirector de operaciones de INCIBE, explica que otro indicio nos lo dan los errores al cargar páginas con una alta disponibilidad de servicios, como Google. “Además, si no tienes ningún dispositivo conectado y elrouter parpadea mucho, preocúpate”, alerta.
Herramientas gratuitas online. Para descubrir si alguien más está utilizando nuestra señal, Víctor Domingo aconseja rastrear nuestra red a través de una serie de softwares gratuitos. Existen métodos específicos para Microsoft Windows (Wireless Network Watcher o Microsoft Network Monitor), así como para Apple (Mac OS X Hints) y dispositivos móviles o Android (FingNetwork DiscoveryNet Scan) e iOS (FingIP Network ScanneriNet). La desventaja de estas herramientas es que detectan solo los equipos que están conectados a nuestra red en el preciso instante en el que realizamos la verificación.
Accede al registro del router. Para acceder a la interfaz de administración del router, hay que teclear su dirección IP en la barra del navegador. Esta —normalmente 192.168.1.1— se encuentra en la información proporcionada por el fabricante; en alternativa la podemos averiguar dándole al botón inicio y tecleando cmd en el espacio donde aparece la lupa. En el recuadro que se abre, introducimos el comando ipconfig /all y después intro. Los números que se corresponden a la voz puerta de enlace predeterminada son la dirección IP de nuestro router. En un dispositivo Apple, en la lupa digitaremos la palabra terminal y luego netstat –r. La dirección aparecerá bajo la voz gateway. Llegados a este punto, copiamos la dirección en la barra del navegador. Se abrirá la interfaz de configuración del router. El nombre de usuario y contraseña suelen estar apuntados en el manual del router o en la pegatina que está debajo de ello. Si no los encontramos, podemos buscarlos en las páginas que los recopilan según la marca y modelo del router.
Ahora viene el momento de buscar el historial de los dispositivos que se hayan conectados a nuestro Wi-Fi. Lo encontraremos, generalmente, en el apartado DHCP o en el registro de los equipos asociados a la red. Ya que la IP de nuestros aparatos puede cambiar, hay que identificar al intruso a través de la dirección MAC, es decir, la dirección física de cada dispositivo. Este número, de 12 caracteres entre cifras y letras, ya nos ha aparecido anteriormente al ejecutar el comando ipconfig /all bajo la voz dirección física —para que aparezca en Apple, tras digitar netstat –r, tendremos que escribirifconfig seguido por el nombre de la tarjeta asociada (que aparece bajo la voz netif) y buscar el número asociado a la palabra ether—. Otra forma para averiguar este código, tanto en ordenadores como en móviles y tabletas, es entrando a las opciones avanzadas de las propiedades de la tarjeta de red.

2. Fortalece la seguridad de tu conexión

Cambia el nombre y la contraseña de la red. Raul Siles, exalumno de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticosy fundador de la empresa de seguridad informática Dinosec, sugiere que cambiemos el nombre de nuestra red (SSID) —por defecto proporcionado por el fabricante—, así como su contraseña. “En lugar de una palabra, es mejor una frase superior a los 20 caracteres. Por ejemplo: estaeslaclavedeseguridaddemicasa. Será más difícil de averiguar y más fácil que nos acordemos de ella”, sugiere. Para aumentar aún más la seguridad, Siles aconseja modificar también la contraseña de acceso a la interfaz de administración del router.
Refuerza el protocolo de seguridad. El mejor sistema para proteger nuestra red doméstica es el protocolo WPA2-PSK, recomienda Siles. “Éste se selecciona en la interfaz del router. Si la configuración nos permite modificar también el encriptado, tenemos que elegir la opción AES”, añade.
Usa el filtro MAC. La empresa de seguridad informática Kasperskyaconseja incluir en el panel de administración del router las direcciones MAC de nuestros dispositivos, de modo que sean los únicos “autorizados” a conectarse a la red. El inconveniente de este sistema es que tendremos que cambiar la configuración del aparato todas las veces que tengamos que conectar un nuevo dispositivo, por ejemplo cuando algún huésped nos pida utilizar nuestra señal.
Inhabilita la administración remota y oculta tu red. Marcos Gómez, de INCIBE, sugiere modificar la configuración delrouter para que podamos acceder a su interfaz solo a través del cable LAN y no por red inalámbrica. Antes habrá que averiguar si nuestros dispositivos tienen puerto de acceso para el cable, ya que las tabletas y algunos modelos de portátiles no disponen de ello. “También puedes elegir ocultar tu router, para que nadie lo vea”, añade Gómez: “Y, si te vas de vacaciones, apágalo, por si hay algún listo que quiere aprovechar de que te has ido para hacer lo que quiera”.
Fuente: El País